''Cuando ves una chica en la portada de una revista de moda y te atrae, dices:'es preciosa', que es lo que se pretende para que compres. Pero si la analizas después te das cuenta de que es una niña que seguramente tendrá 16 años y que tiene algún tipo de problema con su peso...", comenta el pintor Juan Palomares. En la serie que presenta en Parking Gallery, "yo les doy la vuelta", añade.
Aquella obra resultó ser el inicio de la serie que ahora muestra, "un prototipo sobre lo que había estado trabajando". Palomares reconoce risueño que todo ha ido muy rápido. "La deformación es la base de mi trabajo", explica el artista, "con ella me gusta expresar conceptos desde hace cinco años". En este caso a partir de la anatomía de la mujer, "con el rosa, la sonrisa grotesca, y las posturas forzadas quería reflejar las imágenes de consumo de pornografía en Internet".
Miquel Hernandis, El Mundo
Con esta serie de cuadros, el artista crea una imagen grotesca de la representación de las mujeres, llevando al extremo los cánones de belleza y las posturas forzadas vendidas como lo normal y deseable para los hombres, y una meta para la mujeres.
A través de sus creaciones ha reinterpretado los cánones de la belleza clásica, los ha deformado para utilizarlos como crítica social, para cuestionar el valor de la estética, la tiranía de lo bello, lo falso y lo artificial que se esconde tras la envoltura para volverlos a modelar. Unas obras a las que hay que enfrentarse sin miedo ni prejuicios e intentar mantenerles la mirada. El reto no es fácil, el artista no hace ninguna concesión, por eso el resultado es impactante, de una ejecución impecable y un magnetismo sobrecogedor.